30 marzo, 2006, 1:28 a. m.
Cena viernes noche
El viernes 24-03-2006, tube unos invitados muy especiales a cenar en mi casa. Eran mis hermanos, que son grandes comedores pero muy críticos, y unos amigos, una de ellos gran cocinera.
Todo empezo el jueves cuando empezaron a decirme que desde que los había invitado a cenar para inaugurar el piso, no los había vuelto a cocinar nada, que como tenía tanta cara. Así que aprovechando que estaba de vacaciones, les dije que el viernes podía, que elijiesen ellos el menu.
Así empezo todo. Escogieron cochinillo, ya se lo había hecho la otra vez y les habia encantado, asi que me fui de compras por la tarde y el viernes a cocinar.
Les preparé un cochinillo asado al estilo de Segovia. Puedo presumir que aprendí a asar de un auténtico segoviano, asi que os podeis imaginar. Lo único que me faltaba era el horno de adobe. Pero quitando eso, todo lo demas funcionó a la perfección.
Este es el aspecto del cochinillo cuando lo introduje al hornoLa receta es muy simple. En la bandeja de horno se ponen unas cazuelitas de barro, y encima de ellas el cochinillo. Lo corte en cuartos para manejarlo mejor, pero se puede hacer entero. En el fondo de la bandeja se pone un poco de agua, un chorro de vinagre y unos aros de cebolla. Se le echa sal y unos trozos de manteza de cerdo. Se introduce en el horno, previamente calentado, a 180 grados 75 min. Yo puse la bandeja en la última parrilla, con calor por abajo y por arriba y con el ventilador del horno puesto.
Al pasar ese tiempo, lo saque, le di la vuelta, le puse unos trozos mas de manteca de cerdo, un poco de agua en el fondo y lo volvi a meter al horno 45 minutos mas. Aqui teneis el resultado
Tengo que decir que eramos 8 personas y eran dos cochinillos de 4 kg. y uno de los invitados no comió cochinillo. Puse para delante un poco de chistorra y una ensalada. Para detras el cochinillo acompañado de unas patatas fritas y unos pimientos del piquillo asados y salteados al ajillo. Cuando terminamos de cenar quedaban solo 2 trozos de cochinillo. Para beber vino, casera y coca-cola para los conductores.
De postre tomamos una tarte de fresas naturales que estaba de muerte. Cafe y chupitos. Y por supuesto la correspondiente sobremesa llena de risas, juergas, anécdotas y recuerdos invorrables de nuestra memoria. Y al final, para recordar viejos tiempo, una partidita de tute. Una cena, excelente segun dijeron los invitados, una sobremesa inolvidable, en fin, una cena de viernes noche que quedará para los anales de la historia.
Todo empezo el jueves cuando empezaron a decirme que desde que los había invitado a cenar para inaugurar el piso, no los había vuelto a cocinar nada, que como tenía tanta cara. Así que aprovechando que estaba de vacaciones, les dije que el viernes podía, que elijiesen ellos el menu.
Así empezo todo. Escogieron cochinillo, ya se lo había hecho la otra vez y les habia encantado, asi que me fui de compras por la tarde y el viernes a cocinar.
Les preparé un cochinillo asado al estilo de Segovia. Puedo presumir que aprendí a asar de un auténtico segoviano, asi que os podeis imaginar. Lo único que me faltaba era el horno de adobe. Pero quitando eso, todo lo demas funcionó a la perfección.
Este es el aspecto del cochinillo cuando lo introduje al hornoLa receta es muy simple. En la bandeja de horno se ponen unas cazuelitas de barro, y encima de ellas el cochinillo. Lo corte en cuartos para manejarlo mejor, pero se puede hacer entero. En el fondo de la bandeja se pone un poco de agua, un chorro de vinagre y unos aros de cebolla. Se le echa sal y unos trozos de manteza de cerdo. Se introduce en el horno, previamente calentado, a 180 grados 75 min. Yo puse la bandeja en la última parrilla, con calor por abajo y por arriba y con el ventilador del horno puesto.
Al pasar ese tiempo, lo saque, le di la vuelta, le puse unos trozos mas de manteca de cerdo, un poco de agua en el fondo y lo volvi a meter al horno 45 minutos mas. Aqui teneis el resultado
Tengo que decir que eramos 8 personas y eran dos cochinillos de 4 kg. y uno de los invitados no comió cochinillo. Puse para delante un poco de chistorra y una ensalada. Para detras el cochinillo acompañado de unas patatas fritas y unos pimientos del piquillo asados y salteados al ajillo. Cuando terminamos de cenar quedaban solo 2 trozos de cochinillo. Para beber vino, casera y coca-cola para los conductores.
De postre tomamos una tarte de fresas naturales que estaba de muerte. Cafe y chupitos. Y por supuesto la correspondiente sobremesa llena de risas, juergas, anécdotas y recuerdos invorrables de nuestra memoria. Y al final, para recordar viejos tiempo, una partidita de tute. Una cena, excelente segun dijeron los invitados, una sobremesa inolvidable, en fin, una cena de viernes noche que quedará para los anales de la historia.